miércoles, 15 de abril de 2015

LO INVISIBLE

¡Qué vacaciones!

Estas vacaciones de Pascua creo que han sido las mejores vacaciones que he tenido como maestro. ¿Y los tres meses de vacaciones que tenéis los profesores en verano? Dijo nunca nadie con dos dedos de frente...

Para mí, esta semana y media, ha sido espectacular. No he viajado a ningún rincón lejano del mundo... ni cercano. Me he quedado en casa, con mi familia.

He hecho una de esas cosas que pocas veces podemos hacer y me he permitido el lujo de hacerla durar en el tiempo 5 días. ¡Espectacular!

Pero, ¿qué demonios es "esa cosa"?

Esa cosa se llama darle al botón de pausa. Parar, bajar del mundo (que sigue rodando a una velocidad de vértigo), y contemplar lo que pasa a mi alrededor y que no puedo ver con tanto detalle, el resto de los días.

Un ejemplo: la frase que más ha repetido mi hija mayor estos 5 días ha sido << Papi avui no se'n va... i mami tampoc! >>. No necesita traducción por lo simple que es, pero quiere decir que ni su papi ni su mami se iban a ningún sitio. Mi hija tiene dos años y cuatro meses y siempre me ve, entre semana, llevándola a las 8h de la mañana a su escoleta o llegando rápido a casa antes de las 20h para poder ver como acaba de cenar y darle un beso antes de que se vaya a la cama. Así es de lunes a viernes. Y el sábado y/o el domingo, cuando me ve ponerme el chándal de mi equipo, le dice a su madre << Papi avui se'n va amb els nenes... >>. Y eso quiere decir que o tenemos entreno o tenemos partido de fútbol con mi equipo de "nenes" de 16 años.

Darle al botón de pausa

Claro, yo puedo porque soy maestro (como si tuviera que pedir perdón por serlo y tener ese "privilegio" de tener vacaciones cuando las tienen mis hijas). Pero, es algo tan necesario como respirar. Y tan invisible.

Es cuestión de buscar un momento al día y dedicártelo a ti. Independientemente de todo. Para los que no me conocen y leen esto por casualidad (por acierto o error), sabed que soy una persona tremendamente obsesionado con el orden, la disciplina, el respeto, la verdad, la justicia y la coherencia. Creo que con esto es suficiente. Tengo más defectos, como la excesiva necesidad de decir lo que pienso. Aunque eso tiene una parte positiva: puedo pedir perdón muchas veces, al equivocarme más que otros... y aprender más.

Por eso, tras un inicio de 2015 esperanzador (prueba de ello, la frase más repetida por mí en enero a mis allegados era << ¡Por un 2015 épico! >>), había algo que no me permitía disfrutar de lo invisible. Me resultaba muy difícil desconectar de todo lo que tengo que hacer por obligación.

Para colmo, el mes de febrero se truncó toda esa energía positiva y una serie de hechos de los cuales (casi) ya me he olvidado, me hicieron desviarme de mi verdadera misión en este año. Me despisté del objetivo, durante algunas semanas (demasiadas). Me centré en los aspectos negativos, en el porqué de lo que me sucedía permitiendo que mi luz se fuera apagando y dejando que brillara mi lado oscuro...

Pero algo cambió

En estas vacaciones, y tras varios intentos durante el mes de marzo, algo ha cambiado en mi. Podríamos decir, que he "desperdiciado" casi 60 días del 2015. Pero si me oyera alguno de mis alumnos, me diría: "¡NO!". He aprendido casi 60 días del 2015. Y tendrían razón. Estos casi dos meses de más sombras que luces, me han servido para vivenciar la teoría del yin yang: las fuerzas opuestas y complementarias que rigen el universo para los que defienden dicha creencia y según la cual; en todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo, algo bueno.

Y a mí me ha ayudado mi familia

Empezando por la paciencia de mi mujer. Continuando por el amor que nos tiene nuestra hija mayor. Y siguiendo con la carcajada que te saca, haya pasado lo que haya pasado durante el día, una sonrisa de nuestra pequeña hija de cinco meses.

El entrenamentes ha hecho un master en estas vacaciones. Y no ha necesitado nada. Bueno sí, sólo una cosa: Darle al botón de pausa.

¿Y la vuelta a la rutina?

Hoy es el tercer día en el que me he vuelto a subir al mundo. Prisas. Nervios. Alguna mala de gente que, pobres de ellos, o no tienen botón de pausa o no saben que existe. Pocos cambios respecto a hace dos semanas. De hecho, solo uno: MI ACTITUD. Lo que me define.

Mi actitud ante las situaciones que me prepara la vida, caprichosa, es lo que me define y lo que me permite afrontar y superar todo o nada. Mi actitud es la que me define cuando estoy contento y cuando no lo estoy tanto. Mi actitud es lo que me define cuando el mundo gira y gira sin parar. Mi actitud es invisible. O eso pensaba yo...

¡Me encanta la imagen de @neopublicistas que he encontrado en Pinterest!
 
Y en tres días, tres ejemplos

Llego a casa el lunes (día 1 de rutina) y recibo un mensaje de un amigo. Un amigo que hace varios meses que no veo y que me dice textualmente:


Captura de pantalla de whatsapp a traición ;)

Al día siguiente, por la noche, mi mujer tiene un sueño revelador que plasmo con una de las frases que más me gusta de Don Vicente Del Bosque (que hace unas semanas visitó mi colegio): << Lo que sucede, conviene. >>. Pues bien, ahora no es el momento. Porque 2015 fue ideado para que fuera épico. Y nada épico ha sido a su vez fácil. Como dice un gran amigo, con el que paso muchas horas al día desde hace varios años, <<... éste, es el año de soplar. >>. Y sí, soplar es lo que nos queda. Sin renunciar a nada y con ganas de todo. Cuando no todo salga como habías planeado. ¿O de verdad pensabas que todo sería fácil?

Y hoy, alguien que me conoce, cada día más, y que me valora y me respeta mucho me ha aconsejado que cambie de actitud, que utilice otro enfoque, que no tire el muro ni lo intente escalar... Me ha dicho que mire al muro de frente, que busque si tiene algún agujero, y que si no veo forma alguna de pasarlo, lo rodeé. Siendo espartano, debería tener un manual en pasar muros. Pero a veces el árbol no te deja ver el bosque...

¡¡¡Gracias a los tres!!!
 
Lo imposible solo tarda un poco mas. Pero lo invisible, está ahí, siempre. Y sólo depende de ti.

Saludos y abrazos fuertes para todos!!!

PD: aunque no le veas el sentido educativo/deportivo a este post, tal y como debería de ser siendo fiel al propósito de El Entrenamentes, te aseguro que lo tiene. De hecho, no conozco forma de educar o de practicar deporte que no implique lo invisible: ¡ACTITUD! Así que hazme un favor: carga tus pilas de energía positiva y reflexiona sobre ello. Seguro que encuentras infinidad de momentos para hacer que tu actitud, lo cambie todo.

Para Vero, Laia y Ona. Mi motor en la vida.

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